Nada hay más molesto que repentinamente tu móvil se apague justo cuando terminabas de escribir un Whatsapp, actualizar tu Facebook o enviar un e-mail. Si no tienes un cargador o una batería de repuesto a mano, poco puedes hacer para despertar a tu teléfono de ese sueño profundo.

La mejor manera de evitar estos contratiempos es aumentar la duración de la batería de tu teléfono. O lo que es lo mismo, cambiar algunos de tus hábitos para disminuir el consumo. Te explicamos cómo.

¿Cuánto dura la batería de mi teléfono?

Los tiempos de los móviles que no tenías que cargar durante días han pasado. Ahora los smarpthones hasta te los regalan (con los paquetes de móvil y ADSL de Vodafone, por ejemplo). Y en la era de los Smartphones te puedes sentir afortunado si tu teléfono aguanta un día completo con una carga. La buena noticia es que esto puede conseguirse fácilmente tomando las precauciones adecuadas.

Hay dos factores que afectan a la autonomía de tu smartphone. El primero es el estado en el que se encuentre la batería y el segundo es cómo utilizas tu teléfono.

Si miras en las características de un móvil, verás que se indica una duración poco realista de la batería. Hay modelos de Apple, Samsung o Sony que prometen una autonomía de hasta 300 horas. Pero esto sólo es posible si no sacas tu teléfono del bolsillo en todo el día. Los móviles de ahora son aparatos con características similares a las de un ordenador. Por lo que en cuanto juegas con él  o buscas algo con el GPS consumen una gran cantidad de energía.

Consejos para ahorrar batería

Puedes conseguir que tu batería dure más simplemente mejorando algunos hábitos a la hora de utilizar tu teléfono. Por ejemplo:

– Reduce el brillo de la pantalla. Mientras más brillo, más consume. Y la pantalla es uno de los elementos del teléfono que más batería necesita.

– Sólo activa el WiFi o la conexión de datos cuando las utilices. Reducirá el consumo y en Comparaiso.es explican que eso además aumentará la seguridad del teléfono.

– Mantén el bluetooth desactivado cuando no lo uses.  A menos que tengas un manos libres, no hace falta tenerlo siempre funcionando.

– Apaga el GPS si no estás consultando una aplicación de mapas. Muchas apps utilizan tu GPS si lo tienes encendido para saber dónde te encuentras, pero no es algo imprescindible.

– Haz fotos sin flash. No siempre es necesario y a veces las fotos quedan poco naturales con él. Cuando vayas a tomar una instantánea, desactiva el flash desde las opciones de la aplicación de fotos.

– Cambia la frecuencia de sincronización de tu app de e-mail o redes sociales. Lo puedes hacer desde los ajustes del teléfono. Porque hay cosas que pueden esperar.

– Cierra las aplicaciones que ya no estés usando. Aunque hayas salido de una app, a veces sigue activas en segundo plano. Asegúrate de que está completamente cerrada.

– Ten siempre un cargador a mano. Tu teléfono se puede quedar sin batería en el momento más inoportuno. Y además es bueno ponerlo a cargar siempre que puedas.

Si nada de esto funciona, quizás deberías pensar en sustituir la batería por una nueva. O quizás deberías comprar una de repuesto para poder cambiarla directamente cuando lo necesites.

Como último consejo, no dejes que la batería de tu teléfono se descargue completamente. Las baterías modernas de los smartphones se estropean cada vez que eso ocurre. Por eso es recomendable cargar tu teléfono siempre que puedas y mantener la batería por encima del 50%.