Los operadores europeos han advertido del problema que podría producirse si en Europa deciden recortar las ayudas referentes al sector de las telecomunicaciones, lo que haría que el despliegue de la fibra óptica y otras nuevas infraestructuras se viera frenada.

Esta medida adoptada desde Europa se llevaría a cabo debido a las «dificultades económicas y de desempleo» del continente, algo a lo que que dicha asociación responde que «es importante concentrarse en aquellos recursos o políticas que pueden revertir la tendencia e impulsar la innovación, la producción y la creación de empleo a corto y medio plazo».

Los fondos públicos son utilizados para dar impulsos a las nuevas infraestructuras y que cumplan con los objetivos marcados para 2020 en la Agenda Digital Europea, algo que podría no producirse en el caso de que existan los mencionados recortes en el sector. Los operadores indican que esta decisión es tomada con «escasa visión de futuro puesto que las redes de banda ancha constituyen una infraestructura crítica para la competitividad de nuestra economía».

Durante estos días se discute en Bruselas el Programa de Financiación de Infraestructura de la Unión Europea, donde los operadores esperan que se impulse económicamente al CEF.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, cuando desde Bruselas se propuso ofrecer 50.000 millones de euros del presupuesto comunitario durante siete años para desarrollar nuevas infraestructuras o mejorar las que ya existen, parte de ello (9.200 millones) irían destinados a este sector.